El elefante es de los animales más fuertes y resistentes que se conocen, pueden derribar arboles, tomar los alimentos más altos, alejar a las manadas mas fieras para estar solo o con su grupo, pero en ocasiones se astilla la pata con alguna pequeña fibra de acacia, su sufrimiento es mucho y la diminuta fibra es capaz de llevar al suelo al paquidermo. Hay un viejo cuento que habla de un ratón que saca la astilla al elefante y este logra sanar para volver a andar, a cambio de la ayuda, se hacen amigos para siempre y el gran animal pierde el miedo al roedor. En este pequeño cuento el elefante es el gran ego, la astilla es la situación no superada y el ratón la humildad, como el ego es un gran orgullo no permite que la humildad este cerca, (miedo a los ratones) no querer lo pequeño, alejar la humildad! Finalmente la vida está expuesta y el ego da paso a la humildad, el elefante se tira al piso y con humildad suelta el conflicto con ayuda de la humildad para poder seguir adelante, el elefante en el piso simboliza “PARA SUBIR PRIMERO HAY QUE BAJAR” el elefante, el ratón, la astilla y la situación son la persona que pregunta, una vez atravesado el camino de los símbolos previamente armonizados, la persona se abre paso dejando atrás su laberinto. Finalmente se quema una parte del símbolo mientras que la persona lo mira en su mano, antes de que se queme el dibujo se le sopla y las cenizas caen en sus manos, se frotan las palmas, este acto final marca a la persona con el símbolo que impregna las líneas de su vida y su nuevo camino.
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